Interlocutor: Si pudieras empezar con la definición de felicidad. Porque no hemos venido aquí para hablar de la felicidad. La felicidad es un término romántico, ¿no?
Francis Lucille: Romántico, no sé, realmente, no encuentro a los románticos muy felices, más bien lo contrario. Si miramos el periodo romántico, el tema general se puede resumir como: “Me ha dejado, me voy a matar”. Es el tema general de las obras románticas y no se ve mucha felicidad. Por lo menos en el sentido en el cual yo entiendo lo que es la felicidad.
Es difícil definir la felicidad. Si me preguntas que es, te diría: “la felicidad es la dicha”; y entonces me preguntarás: ¿qué es la dicha? Si buscamos en el diccionario “felicidad” encontramos “dicha”, y luego vamos a mirar a “dicha” y encontramos “felicidad”.
La única forma de salir de este círculo vicioso es la experiencia. Si tenemos la palabra “felicidad” es que debe corresponder a una experiencia.
¿Cuál es la diferencia entre felicidad y placer?
Me parece que la diferencia es que la felicidad se ve como mucho más duradera que el placer y, además, la felicidad está mucho menos relacionada a una experiencia sensorial. El placer parece ligado a una experiencia sensorial de duración limitada.
Con la felicidad vamos en otra dirección; y si extrapolamos al infinito la dirección en la cual vamos, la felicidad es una experiencia que dura eternamente, que no tiene fin y que no es una experiencia sensorial.
No es una experiencia percibida por el canal de la mente, es decir de los sentidos, los pensamientos, la percepción exterior o las sensaciones corporales; eso es la primera cosa.
Para resumir, la felicidad en relación al placer es, por una parte, una experiencia duradera, una experiencia constante; y por otra parte, una experiencia que no puede definirse en términos de pensamientos o de sentidos.
Hay una definición mucho más simple. ¿Que es la felicidad?: “Es lo que todo el mundo busca, sin excepción alguna, hasta que se encuentra”. No hay nadie que no busque la felicidad y, aunque hay personas que lo niegan, a través de esa misma negación demuestran que la están buscando.
Otra definición de felicidad: “Es aquello que no puede no buscarse hasta que se encuentra”.
Una vez encontrada experimentamos la paz. La paz es la ausencia de agitación y ausencia de búsqueda.
La felicidad al infinito es la paz que todos buscamos. La ausencia de felicidad se experimenta como un sentimiento de carencia, y este sentimiento de carencia, por supuesto, nos empuja a buscar; es el motor de la búsqueda, es la búsqueda misma.
Por supuesto podríamos decir: “bueno, aunque tengo un sentimiento de carencia, ya no busco más”. Pero esta parada en la búsqueda de la felicidad sería ficticia, sería artificial; en el sentido que constituiría una negación activa de la sensación del sentimiento de carencia que, él mismo, está ya presente; sería una represión de esta sensación de carencia, que es muy diferente de su desaparición.
(Extraído del Encuentro de Julio del 2015 - 1ª semana. Disponible en “Descargas”)